El agotamiento puede verse reflejado por falta de motivación, disminución de la confianza y esto repercute en tu rendimiento laboral; aumentando el malhumor y pensamientos negativos.
¿Por qué sucede?
Falta de organización:
Si no se respetan horarios, interacciones y la administración del tiempo corres el riesgo de agotarte.
Percepción de injusticia:
La percepción de injusticia puede contribuir al agotamiento.
La falta de comunicación asertiva, retroalimentación positiva, transparencia y no hacerte partícipe de algunas de las decisiones que te correspondan, también puede ser un obstáculo.
¿Qué consecuencias trae consigo el agotamiento laboral?
Estrés y como consecuencia cambios físicos:
Tensión en el cuello, dolor de cabeza, y dolores en el estomago.
Si a estos síntomas le acompañas pensamientos y emociones negativas sobre tu trabajo, podrían estar consumiendo tu energía y por lo tanto tu compromiso, responsabilidad y creatividad.
Cambios de actitud:
Extralimitarse a menudo conduce a cambios de humor, fatiga y falta de motivación en el lugar de trabajo.
Pérdida de confianza:
Algunas personas pierden la confianza en su capacidad y habilidades para hacer su trabajo por no valorar el esfuerzo y se desconectan de su entorno.
¿Qué hacer al respecto?
Comunica lo que sientes a tu jefe inmediato, hazlo de una forma cordial y empática haciéndoles notar que tu deseo es colaborar de la mejor forma.
Busca formas de controlar mejor tu agenda.
Planifica tu semana y toma de 10 a 15 minutos cada mañana para organizarte.
Una solución sería identificar los problemas y tratarlos de frente. Si crees que te están pagando de manera injusta o no te toman en cuenta, conversado con tu superior y analiza el problema.
El descanso es esencial para que tu cuerpo vuelva a la normalidad.
Inicia un pasatiempo, aprende algo nuevo, se voluntario. Aprender nuevas habilidades te ayudará a distraerte de un trabajo abrumador.
Desconéctate de tus actividades laborales al terminar tu jornada, para que al día siguiente tengas energía y puedas llevarlas a cabo adecuadamente.
Valora la situación real. Evalúa como tus colegas, supervisores familiares perciben tu desempeño y con humildad acepta y cambia lo que sea necesario.
ANA NOVELO
Directora de SEAN Consultores
Comunicadora y Consultora
Especialista en Desarrollo de Consciencia
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